martes, 4 de agosto de 2015

Los aceites en las chuches, aperitivos, bollos y snacks

En demasiadas ocasiones restringimos las "chuches" a los niños por la cantidad de azúcares que contienen, incluso les orientamos a elegir las bolsitas tipo "gusanitos" porque nos parecen mas saludables (pajitas,  doritos, friskis, risketos etc.)


Es verdad que el exceso de azúcar tiene muchas contra indicaciones  pero ¿y las grasas que contienen la mayoría de los snaks que le damos a los niños?


Si leemos la composición en la parte posterior de cada bolsita, observaremos que en  casi todos, la grasa que se ha ultilizado es aceite de palma.



El aceite de palma, es un aceite vegetal, por supuesto, pero su ácido graso principal  es el palmítico, un ácido graso saturado, como el que contienen de forma mayoritaria todas  las grasas animales. Tienen el mismo efecto negativo sobre la salud que si esas pajitas, doritos, etc hubieran sido fritos con grasa de cerdo.



Las grasas saturadas, no son en principio perjudiciales si se toman en pequeña proporción y, ya las tomamos en la dieta diaria en alimentos nutritivos como los huevos, los lácteos o la carne. Sin embargo, un exceso de estas grasas saturadas, ademas de sobrepeso provoca un aumento de la secreción biliar del colesterol. 



El colesterol se va pegando a las pareces de las arterias dificultando la circulación sanguínea. 
Una tasa elevada de colesterol en sangre puede provocar mayor riesgo cardíaco y vascular tanto en niños como en adulltos. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo.


El aceite de palma es el aceite mas consumido en el mundo porque es el más barato y el más fácil de producir. Lo encontramos, por tanto,  en multitud de productos que consumimos a diario. A  pesar de ser una alternativa poco saludable, el aceite de palma está presente en la mayoría de productos de la industria alimenticia: precocinados, bollería, patatas fritas y snaks, pastelería, galletas, margarinas, cremas, helados... y también en la industria cosmética para la fabricación de cremas, jabones, e incluso para la fabricación de productos de limpieza. También es usado como biocombustible. 


El aceite de palma se extrae de los frutos de la palma aceitera (Elaeis guineensis). Es originaria de África occidental, aunque en la actualidad se cultiva fundamentalmente en Malasia, Colombia, Ecuador y Perú. 



El aumento indiscriminado de su cultivo está provocando graves problemas medioambientales, contribuyendo a la desforestación, a la destrucción de los bosques y la selva tropical, sobre todo en el sureste asiático. También contribuye en gran manera al calentamiento de la atmósfera y la emisión de gases efecto invernadero. Es un producto barato pero exterminador tanto para nuestra salud, como para el medio ambiente. 




Hasta hace poco tiempo, el aceite de palma no estaba indicado en la lista de ingredientes de los productos alimenticios, sino que se encontraba oculto bajo el nombre de "aceite o grasa vegetal". Desde finales del 2014 es obligatorio enumerar todos los ingredientes incluyendo grasas y ácidos grasos saturados.

Busquemos productos cocinados o conservados con el aceite más saludable, el "aceite de oliva" por su naturaleza monoinsaturada y el OLIVA VIRGEN Y VIRGEN EXTRA porque además de ser monoinsaturados, son los únicos aceites que no han sido manipulados ni química ni térmicamente; conservan por tanto todo su contenido en nutrientes y antioxidantes. Leamos las etiquetas.